Buscar este blog

viernes, 8 de julio de 2011

Mi historia en PVM

Un buen amigo, John Breslin a quien tuve el agrado de conocer hace algún tiempo atrás, me pidió que comparta como ha sido mi historia en este remoto lugar de mi país.

Trabajo en el Hospital Docente Pedro Vicente Maldonado HPVM, un pequeño hospital perteneciente a Andean Health and Development , llegue aquí luego de un largo y difícil proceso en el cual la determinante consiste en la casi imposibilidad que tienen los profesionales recién graduados para acceder a un puesto de trabajo acorde a su preparación. Tuve la suerte de encontrar esta oportunidad pero sobre todo conocer a gente muy preparada además de visionaria, mi jefe tuvo la confianza de darme muchas responsabilidades en el campo investigativo y laboral (tengo a mi cargo el laboratorio clínico y de microbiologia).


Desde ese punto de vista,  mi labor en el HPVM lleno varias de mis expectativas profesionales, puedo decir que trabajo por la pasión que le tengo a la ciencia y a la investigación, tengo la oportunidad de conocer gente de varios lugares que a parte de brindarme una amistad han sabido compartir lo que saben conmigo.
No puedo dejar de mencionar, que mi puesto me ha permitido dar un enorme salto en mi desarrollo personal, soy de Quito, la capital de Ecuador; una ciudad grande donde un habitante promedio no se puede encontrar con situaciones extremas que le hagan valorar mas lo que tiene. Aquí he tenido la oportunidad de relacionarme con una de las profesiones que mas admiro, es mas, creo que aparte de profesión es un arte porque para ejercerle hace falta pasión... me refiero a los médicos. Pedro Vicente Maldonado es un catón rural que por obvias razones no cuenta con facilidades que son algo común en la gran ciudad, la gente que aquí vive se ve sometida a un trabajo muy duro que no es proporcional a la remuneración que debería, adicionalmente es algo difícil acceder a una buena educación sin que esto implique el migrar a las grandes ciudades.... a lo que quiero referirme aquí es que la pobreza es el denominador común de la población rural.
La pobreza de la que hablo me ha dado la oportunidad de reflexionar totalmente y cambiar mi visión de la vida, casos como emergencias en donde los pacientes no pueden costear los gastos, increíbles casos de extrañas enfermedades afectando precisamente a los que menos tienen, etc... me alegra saber que con mi trabajo puedo ayudar en algo a aquellas personas, por lo menos dar aquella atención que tanto merecen y que el Estado no puede brindar. Aun me pregunto, como fue que vine a parar acá, pero si el tiempo regresara no lo cambiaría, conozco gente que vale la pena llamar amigos, trabajo en lo que me agrada, tengo oportunidad de desarrollar la investigación en el país, puedo aprender a ser un buen líder, he visto un nacimiento (era uno de mis sueños) y sin querer vi también morir a una anciana a la que su tiempo simplemente había llegado al final... son cosas que me dan a pensar mucho en la vida. Ahora, mientras escribo esto, hecho un vistazo hacia atrás y sonrío, porque veo que valió la pena salir de casa, separarme de mi familia y otros sacrificios que debí hacer para venir a trabajar en el HPVM.

 Esto es algo de mi historia que espero sirva como una motivación o una herramienta que permita pulir y sacar a flote nuestra virtud de solidaridad y ayuda a personas que son nuestros hermanos. Permitamos abrir nuestra mente y pensemos que las comodidades que tenemos al estar en nuestro hogar, ahora mismo leyendo este blog en su computador personal, todo esto nos hace creer que así de cómoda es la vida para todos; pero recordemos que la igualdad de oportunidades no existe y hay muchos seres humanos que con el solo hecho de tener un medico al alcance es una bendición que solo el Gran Arquitecto del Universo puede otorgar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora cuéntame algo tú...